EL CLAN DE LAS CARACOLAS
Si amas, hazlo con pasión, si trabajas en algo, hazlo con pasión, si pintas, si bailas, si escribes, si cantas, si viajas, si lees…hazlo con pasión.
Porque la pasión va a ser el motor de tu vida, lo que te hará plenamente feliz. Para no perder la pasión, rodéate de gente que ame lo que hace, de gente que construya y no destruya, que aporte y no reste, que luche, que enseñe…rodéate de gente… que te haga creer y soñar ¡ porque la actitud es contagiosa y sacarán lo mejor de ti ! Y así he hecho este proyecto: fabricado con pasiónGracias, José Picón Gil ha sido un placer poder cerrar los ojos e imaginar tu cuento, poder dar vida e ilustrar a estos pequeños personajes y plasmarlos en papel. Ya son parte de mí y guardaré su espíritu luchador, pese a las dificultades,esta pandilla ha sido capaz de hacer lo imposible posible
Me han enseñado tantas cosas…¡ Si puedes imaginarlo puedes hacerlo ! y de la unión de escritura + ilustración, nace este libro, que podéis adquirir en el enlace:
Porque la pasión va a ser el motor de tu vida, lo que te hará plenamente feliz. Para no perder la pasión, rodéate de gente que ame lo que hace, de gente que construya y no destruya, que aporte y no reste, que luche, que enseñe…rodéate de gente… que te haga creer y soñar ¡ porque la actitud es contagiosa y sacarán lo mejor de ti ! Y así he hecho este proyecto: fabricado con pasiónGracias, José Picón Gil ha sido un placer poder cerrar los ojos e imaginar tu cuento, poder dar vida e ilustrar a estos pequeños personajes y plasmarlos en papel. Ya son parte de mí y guardaré su espíritu luchador, pese a las dificultades,esta pandilla ha sido capaz de hacer lo imposible posibleMe han enseñado tantas cosas…¡ Si puedes imaginarlo puedes hacerlo ! y de la unión de escritura + ilustración, nace este libro, que podéis adquirir en el enlace:
El otro día me enrolé en un barco enigmático y colorista, su nombre: «INTEGRACIÓN».
Al principio, el mar estaba en calma, y nosotros, marineros de la vida, navegamos indiferentes a los caprichos de una gris y respetable tormenta: la sociedad. Pero un día iluminado, con el sol de fondo, llegó una brisa embriagadora y absorbente con un saquito de nubes de libertad.
Y por fin, una inocente e insospechada voz recién despertada del letargo infantil, abriendo sus ojos por primera vez, gritaba:
«Tierra, tierra a la vista». Era un buen puerto en un buen lugar, quizás inoportuno, pero inevitable, llamado «INCLUSIÓN». ( José Picón )
Y por fin, una inocente e insospechada voz recién despertada del letargo infantil, abriendo sus ojos por primera vez, gritaba:
«Tierra, tierra a la vista». Era un buen puerto en un buen lugar, quizás inoportuno, pero inevitable, llamado «INCLUSIÓN». ( José Picón )
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